martes, 17 de julio de 2007

Mi amiga

Ayer he llamado a mi amiga de España. Siempre que me paso por mi pueblo de vacas, suelo hacer la revision periodica: belleza, salud, papeleo oficial, y un largo etcetera.

Total que he llamado a mi amiga para pedir cita en su negocio. He preguntado por ella y al poco se ha puesto al tfno. Le he dicho: Epa, que soy Escitano!! desde Dublin!! Y en seguida, nos hemos puesto a dar a la lengua y gastarnos guasadas.

La llamada solo ha durado 3 minutos y medio pero ha dado para mucho. Hemos acordado la cita, la cena que nos vamos a pegar despues y las copichuelas que por supuesto tb caeran. Hemos elegido el viernes que asi no hay remordimientos a la mañana siguiente.

Le he preguntado por el nuevo pisito pero todavia no se lo han dado, pero dice que mejor asi, que asi le da tiempo a ahorrar pasta otra vez mientras :D.

Ninguna novedad en su frente, yo le he dicho los titulares de las mias.

La familia bien, gracias.

Despues de dejar todo bien organizado para el viernes, nos hemos despedido y le he prometido sobre la biblia que en cuanto llegue le doy un toque y damos mas a la lengua (a ser posible en la playa y mirando al mar :) ).

Entonces hemos colgado. La sonrisa se me ha quedado congelada en el rostro durante otros 5 minutos.

El sol brillaba en Dublin y yo me sentia a muchos muchos kilometros de distancia y muy muy contenta!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Conserva esa sensación, Escitano... es buena y da alegría... aunque sea por unos segundos.
Después, después toca enfrentarse a la cruda realidad... ay, pero mientras se recuerda esa sensación no hay nostalgia que valga, ni soledad que se sienta, ni distancia que se note, ni muro que sea tan alto...