Un sabado tonto

Como de costumbre, hoy me he despertado a eso de las 5 de la mañana a cuenta de los dichosos amaneceres caribeños que tiene este pais. Despues de estar hartita de dar vueltas y vueltas en la cama, me he encendido el ordenador para escuchar la radio en internet. No, no estoy loca (¿o si?). Es simplemente que mi conexion de internet con Irish Broadband es tan mala que a no ser que me ponga a escuchar la radio tempranito por la mañana no hay manera de escuchar el programa seguido y no en plan morse.

Normalmente escucho France Info porque se me ha metido entre ceja y ceja que tengo que aprender frances. Hace mucho ya que me he arrepentido de esto pero ya es demasiado tarde para dar marcha atras :). Nunca escucho radios españolas, me crispan los nervios (con lo feliz que vivo yo aqui sin tener ni idea de si se matan por alla de una vez por todas).

A las 9 y pico me he dado cuenta de que no tenia nada que desayunar asi que he pegado un brinco y pal Tesco con mi molona reusable bag y la clubcard. Hecha ya toda una maruja irlandesa.

He optado por camiseta y sudadera porque habia un poco de solecillo. Cuando llevaba caminando 3 minutos me he tenido que quitar la sudadera porque hacia un bochorno y un solazo increibles.

He vuelto para casa, he desayunado y he comenzado a prepararme para ir al centro. Hoy tenia cita en la pelu.

Hoy ha sido mi dia de suerte: el bus ha llegado en unos 5 minutos justo cuando el primer chubasco del dia comenzaba. Normalmente tengo que chupar 15 o 20 minutos esperandolo. Al principio, cuando me mude, imprimi el horario de la pagina de dublinbus en internet porque mi parada era la primera y pense que seria de gran ayuda. Siempre he sido muy naive.

Cuando he llegado al centro, hacia otra vez un calor de morirse y el chaparron habia pasado. Enfundada en mi camiseta, he osado cruzar Grafton Str. en plena hora punta. El 80% de la gente que cruzaba en mi camino eran españoles, el 20% restante norteamericanos. Yo siempre comienzo la calle con mi heredado espiritu irlandes estilo Take it easy, pero para cuando ya llego al final de la calle, a la altura de St Stephen Green Shopping centre, ya estoy de una mala leche española que no me insultan de milagro. No soporto el city centre, y los fines de semana menos, es horrible. Estoy yo como para vivir en Londres o Madrid.

Llegue a tiempo para mi appointment y alli estaba Patrick, mi super peluquero, preparado para luchar con mis rizos y contandome sus peripecias en Oxegen. El tio es un encanto y homosexual, o homosexual y un encanto, como se prefiera. Sniff.

Ir a la peluqueria ha sido uno de mis grandes retos en lo que a fluidez de ingles se refiere. Jamas pense que seria tan dificil explicarle a alguien como quieres que te dejen los pelos. Hoy cuando he hablado con Patrick, por fin he sido capaz de expresarme con propiedad y decirle exactamente lo que queria. ¡Despues de dos años!. Es increible la cantidad de palabrejas nuevas que tienes que aprenderte y que jamas te enseñaron para el examen de Cambridge.

Cuando he salido de la pelu, el sol brillaba con ganas.

Me he dicho: "Escitano, ¿porque no te vas al mar, te llevas una revista que te apetezca y que pasen las horas disfrutando del sol?". Me he pillado el tren y para alla me he dirigido. Cuando he llegado a mi destino, el cielo estaba negro azabache. Buff, me he dicho: "va a caer otra ducha (lease showers) de las gordas".

Me he puesto la sudadera y he comenzado a caminar en direccion a casa. A los 5 minutos ha empezado a a llover, 10 minutos mas tarde a diluviar, y finalmente a hacer un viento muy fuerte. A estas alturas, ya podriamos definir la jornada como un autentico dia de perros.

Yo iba pertrechada con mi paraguas de estreno de 5 € del Dunnes y la capucha de la sudadera para proteger mi peinado (¡que aqui se venden muy caros!). Las calles estaban desiertas y yo era la unica panoli calandome a estas alturas hasta las bragas (¿se puede decir esto en un blog?). Al final, me ha entrado tal ataque de risa que hasta me caian las lagrimas.

He llegado a casa, me he secado, he puesto la lavadora y me he leido la revista en el sofa de mi casa. Cuando la he terminado, he mirado por la ventana y hacia un sol radiante. Entonces le he dado tal corte de mangas al sol, que el tio se ha cabreado y ha empezado a llover otra vez.

He de reconocer que hace ya meses que la meteorologia de este pais me la trae al pairo. O soy una tia muy feliz o definitivamente ya soy mas irlandesa que española :D.

¡Pero que sabado mas tonto, dios mio!