Ayer he llamado a mi amiga de España. Siempre que me paso por mi pueblo de vacas, suelo hacer la revision periodica: belleza, salud, papeleo oficial, y un largo etcetera.
Total que he llamado a mi amiga para pedir cita en su negocio. He preguntado por ella y al poco se ha puesto al tfno. Le he dicho: Epa, que soy Escitano!! desde Dublin!! Y en seguida, nos hemos puesto a dar a la lengua y gastarnos guasadas.
La llamada solo ha durado 3 minutos y medio pero ha dado para mucho. Hemos acordado la cita, la cena que nos vamos a pegar despues y las copichuelas que por supuesto tb caeran. Hemos elegido el viernes que asi no hay remordimientos a la mañana siguiente.
Le he preguntado por el nuevo pisito pero todavia no se lo han dado, pero dice que mejor asi, que asi le da tiempo a ahorrar pasta otra vez mientras :D.
Ninguna novedad en su frente, yo le he dicho los titulares de las mias.
La familia bien, gracias.
Despues de dejar todo bien organizado para el viernes, nos hemos despedido y le he prometido sobre la biblia que en cuanto llegue le doy un toque y damos mas a la lengua (a ser posible en la playa y mirando al mar :) ).
Entonces hemos colgado. La sonrisa se me ha quedado congelada en el rostro durante otros 5 minutos.
El sol brillaba en Dublin y yo me sentia a muchos muchos kilometros de distancia y muy muy contenta!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

1 comentario:
Conserva esa sensación, Escitano... es buena y da alegría... aunque sea por unos segundos.
Después, después toca enfrentarse a la cruda realidad... ay, pero mientras se recuerda esa sensación no hay nostalgia que valga, ni soledad que se sienta, ni distancia que se note, ni muro que sea tan alto...
Publicar un comentario